GRAND-PLACE
La "plaza más bonita del mundo". Con toda modestia, así es como los belgas llaman a esta joya donde se encuentra el ayuntamiento.
Ante todo, el descubrimiento de Bruselas comienza por la Grand-Place. A primera vista, es difícil de encontrar. Explicación: los antiguos tuvieron el acierto de situar el ombligo de la ciudad lejos de las principales vías de circulación. En total, de la Grand-Place salen siete calles, que antaño conducían a las siete puertas de la primera muralla. El cuasi rectángulo de la Grand-Place agrupa las casas gremiales en torno al ayuntamiento, fachada de los artesanos y comerciantes.
Belleza nacida de la tragedia. La Grand-Place debe su aspecto actual a una tragedia: el bombardeo de Bruselas por las tropas francesas de Luis XIV del 13 al 15 de agosto de 1695. La Grand-Place en ruinas fue reconstruida en 3 años, la gran mayoría de los edificios, como atestiguan los numerosos cartuchos de las casas. Una proeza excepcional
El único superviviente de aquellos terribles días fue elAyuntamiento, cuyos muros se mantuvieron firmes a pesar del fuego que lo arrasó. Este edificio de puro gótico brabanzón es el punto central de la plaza. Construido en varias fases, está adornado con 300 estatuas que nada tienen que ver con la Edad Media, ya que se añadieron a finales del siglo XIX, cuando se renovó el edificio. La mayoría de las estatuas representan a personajes históricos de Bruselas. En lo alto de la aguja del Ayuntamiento, el arcángel San Miguel vigila Bruselas.
De estilo esencialmente barroco (o neobarroco), las casas gremiales rivalizan entre sí en belleza y simbolismo. Aunque muchas de ellas han sido restauradas y/o reconstruidas, sobre todo en el siglo XIX, conservan la estatura que la burguesía bruselense quiso darles cuando fueron reconstruidas tras el bombardeo.
Frente al Ayuntamiento se encuentra la Casa del Rey, construida en el siglo XIX en estilo neogótico, como un eco de su vecina de enfrente. Desde hace muchos años, alberga el Museo de la Ciudad de Bruselas.
El refugio de Victor y Karl Victor Hugo hablaba muy bien de la Grand-Place. Exiliado en Bruselas a principios del reinado de Napoleón III, vivió en dos de sus casas: el Molino de Viento, parte del conjunto de la Casa de los Duques de Brabante, y la Maison du Pigeon, antigua sede del gremio de pintores. Otro exiliado del siglo XIX fue Karl Marx, que vivió entre 1845 y 1848 en la capital del nuevo Estado belga. Era un asiduo del estaminet de la Maison du Cygne. Junto con su compatriota Friedrich Engels, organizó reuniones de la Liga Comunista.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre GRAND-PLACE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.





