MADERA DE CÁMARA
Por su tamaño y ubicación en la parte alta de la ciudad, el Bois de la Cambre es un poco como el Central Park de Bruselas. Menos los rascacielos.
El Bois de la Cambre es un parque paisajístico forestal. Es la extensión natural del bosque de Soignes y debe su nombre a la cercana abadía de Cambre. Es el más grande -con una superficie de 123 hectáreas- pero también el espacio verde más conocido de Bruselas. Al igual que Central Park en Nueva York, está situado en lo más alto de la ciudad. De fácil acceso, aparece al final de la avenida Louise, una prestigiosa avenida comercial y arquitectónica. Tanto en verano como en invierno, el Bois de la Cambre atrae a numerosos paseantes, corredores y otras familias que quieren dar un poco de aire fresco a sus hijos. En el centro del Bois de la Cambre hay una pequeña isla donde se encuentra el famoso Chalet Robinson. Allí, en un entorno bucólico renovado de forma contemporánea, se viene a comer una moderna cocina de brasserie o a tomar un café, un gofre o un chocolate caliente. Más allá, en el bosque, se encuentra Le Flore con un entorno igualmente encantador (espléndida terraza, cocina slow-food, productos locales y ecológicos...). Ambos ofrecen numerosos paseos señalizados de distinta longitud y dificultad. El Bois de la Cambre es, sin duda, una de las más bellas escapadas verdes urbanas que se pueden ofrecer a sus habitantes y visitantes. Durante el cierre, los bruselenses redescubrieron lo que el parque podía ofrecerles. Para algunos fue un respiro aún más importante que el habitual, para otros fue un lugar para protestar contra las medidas sanitarias. El otoño y sus colores son la mejor estación para pasear.