RUINAS DE OLLANTAYTAMBO
La fortaleza de Ollantaytambo, que bloqueaba el acceso al Valle Sagrado en dirección a Cuzco y Machu Picchu, no estaba terminada cuando Pizarro desembarcó, como puede verse en los bloques esparcidos por el lugar. A la cima se llega por una escalera especialmente empinada a través de una serie de terrazas agrícolas. Un templo con diez nichos que albergan las momias domina el Templo del Sol, formado por seis gigantescos monolitos de unas cincuenta toneladas de peso (uno aún se pregunta cómo los izaron hasta allí). Más arriba, las viviendas de adobe y piedra seca se funden con la roca y una pasarela recorre el espolón hasta otras viviendas, con, en la parte inferior, piscinas y baños alimentados por canales cortados en la roca (algunas piedras llevan arañazos, huellas del corte). En la montaña de enfrente, donde se puede ver el rostro de un extraño hombre con barba, la escuela militar y la prisión marcan los límites del asentamiento. También es posible ir allí y acceder libremente para los que no han pagado el boleto turístico, se llama Pinkuylluna. Se entra y se sale de la ciudadela por dos puertas monumentales en los muros de adobe y piedra tosca. Se ha creado un mercado de artesanía en la plaza que hay debajo del recinto.
Una visita impactante, porque la fortaleza está literalmente incrustada en un circo de rocas y cuanto más se sube, más se abre el paisaje. Una experiencia mágica.
Je conseil de visiter machu Picchu puis le soir prendre un train (le soir tard c'est moins cher) et dormir à Ollantaytambo. Visiter ainsi Ollantaytambo (forteresse mais aussi se balader dans les rues) puis prendre un collectivos (quelques soles) pour Maras. De là prendre un taxi pour quelques soles pour Moray et les salinieras. Puis collectivos pour Chincherro pour quelques soles et enfin de nouveau collectivos pour Cusco pour 4 soles... parcours en une journée qui vaut le coup dans la continuité d' Ollantaytambo