Qué ver y hacer Vila Do Porto

Dividida en 5 parroquias, esta pequeña capital vive al ritmo de los eventos que allí se organizan a lo largo del año. Es un buen punto de partida para explorar Santa María. Encontrará todo lo necesario para planificar sus actividades en la isla: una oficina de turismo, hoteles, bares, restaurantes y tiendas, así como agencias locales que pueden organizar visitas y excursiones. El ayuntamiento también gestiona el camping Praia Formosa.

Fue construida entre los siglos XV y XVII y reconstruida en el siglo XIX. La iglesia, en la que predomina el azul, conserva elementos góticos y manuelinos. Se pueden admirar los azulejos y, en el baptisterio, las vidrieras (bastante raras en las Azores) que representan el bautismo de Jesús. Destacan también una representación en relieve del Infierno, una Virgen con el Niño de un pintor flamenco y una escultura particularmente conmovedora de la Virgen del Carmen.

Situado en el norte del centro de la ciudad, es una fiel reproducción de los molinos de viento típicos de la isla, construido con materiales y técnicas tradicionales. De inspiración flamenca, con cúpulas generalmente rojas. Hay una veintena de molinos repartidos por todo el archipiélago, testigos de la abundante producción de cereales para la exportación a lo largo de los años, lo que le ha valido a la isla el título de «granero de las Azores». El de Santa Maria no es una excepción a la regla, y aunque sea solo una reproducción, merece la pena echarle un vistazo.

En pleno centro de la ciudad, este pequeño y moderno museo es el resultado de la restauración de dos residencias históricas, la casa del tercer capitán-donante de la isla de Santa María, João Soares de Sousa (1493-1571), y la casa natal de Manuel Monteiro Velho Arruda (1873-1950), famoso médico e historiador. En su interior se suceden las exposiciones temporales. Consulte el sitio web para conocerlas. La mejor manera de aprovecharlas es solicitar una visita guiada; el personal del museo estará encantado de acompañarle