PALAZZO VENEZIA
El Palacio Venecia fue la residencia de los papas y luego la sede de la embajada veneciana hasta 1797.
Como la mayoría de los palacios romanos, el Palazzo Venezia fue originalmente la residencia de un cardenal que se convirtió en Papa. Éste se llamaba Pietro Barbo, que se convirtió en Pablo II en 1464. Fue primero la residencia de los papas, luego la sede de la Embajada de Venecia hasta 1797. Venecia se convirtió en austriaca por el Tratado de Campoformio y la voluntad de Bonaparte, por lo que Austria estableció su embajada allí hasta la declaración de guerra en 1916. Más tarde Mussolini estableció su oficina allí, y el palacio se convirtió en el símbolo del poder fascista. Desde el balcón que da a la plaza, el duce dirigió sus famosas arengas a las "multitudes del océano" que lo aclamaban. Se decía que la luz de la oficina del dictador estuvo encendida toda la noche para indicar cuánto trabajaba el duce para el país. El aspecto externo del paladar es severo, muy sobrio. El interior, en particular el patio y su pórtico, son, por otro lado, bellos ejemplos de arquitectura renacentista. Las habitaciones que visitamos son de grandes proporciones: ¡casi nos perderíamos en ellas! Se presentan tapices, decorados y obras importantes de Bernini (Angelo col cartiglio y Memoria a suor Maria Raggi), Pisano, Guercino o Vasari. También alberga la biblioteca del Instituto de Arqueología e Historia del Arte y durante todo el año se organizan interesantes exposiciones temporales. Un consejo: en el sitio web, una audioguía está disponible para su descarga gratuita en italiano o inglés, ¡es muy útil durante la visita!