BASÍLICA DE SANTA MARÍA EN ARACOELI

Situada en el emplazamiento de la antigua ciudadela, Santa María in Aracoeli (literalmente "Santa María del Altar del Cielo") es una de las iglesias más famosas de Roma. La leyenda cuenta que la Sibila de Tibur predijo al emperador Augusto la llegada de Cristo. Por esta razón, Augusto hizo construir un altar en el lugar donde había recibido la revelación, elara coeli. En el siglo VI se construyó un monasterio en el mismo lugar, que fue entregado a los franciscanos en el siglo XIII. Los franciscanos construyeron entonces esta iglesia.
Gracias a su posición, junto a los senadores romanos, la basílica se convirtió en un alto lugar político. Se accede por una escalera de 124 peldaños de mármol, ofrecida como exvoto a la Virgen para agradecerle haber librado a la ciudad de la peste de 1346. Desde la terraza de la iglesia, se tiene probablemente una de las vistas más hermosas de la ciudad y, más concretamente, de la plaza Capitolina. Un consejo: ¡venga al atardecer para disfrutar del espectáculo!

La entrada a la iglesia se realiza por una puerta lateral coronada por un mosaico que representa a la Virgen con el Niño. Es obra de los Cosmas, una famosa familia de marmolistas activa del siglo XII al XIV, cuyas obras se encuentran con frecuencia en las iglesias romanas de la Edad Media.
El interior de la basílica está ricamente decorado. Es la última iglesia que adoptó la planta basilical, y la nave está revestida con 22 columnas antiguas procedentes del Foro y del Palatino. Mira hacia arriba para admirar el magnífico techo artesonado. Se trata de un exvoto de Marcantonio Colonna, comandante de la flota papal en la batalla de Lepanto, ganada contra los turcos. En esta iglesia se encuentran varias tumbas, entre ellas la del Papa Gregorio XIII. Los frescos del siglo XV de Pinturicchio en la primera capilla de la derecha están dedicados a San Bernardino de Siena. En la capilla, a la izquierda del coro, también se puede ver una copia de una estatua de curación. Por desgracia, el original, objeto de un culto muy vivo, ha sido robado. Es el Santo Bambino. Esta estatua milagrosa fue tallada en una rama de olivo del Monte de los Olivos de Jerusalén y tradicionalmente se llevaba a la cabecera de los enfermos para asegurar su curación. Por último, a la izquierda del coro, la capilla de Santa Elena contiene un curioso templete circular. Se creó en el siglo XVII, en torno a un altar del siglo XII.