MUSEO NACIONAL THYSSEN-BORNEMISZA
Complemento esencial del Prado y del Reina Sofía, el Thyssen está lleno de obras maestras (Jan Van Eyck, Picasso, Bacon...).
Este palacio neoclásico alberga la magnífica colección privada de los barones Thyssen-Bornemisza, con pinturas de los siglos XII al XX. Complementa al Prado en pintura clásica y al Reina Sofía en pintura moderna.
Si desea seguir un orden cronológico, comience su visita por la segunda planta. Esta sección está dedicada a los Primitivos italianos y flamencos. La sala 1 alberga una magnífica obra del siglo XIV: Cristo y la Samaritana (1311), de Duccio. La sala 3 contiene dos joyas de la colección: La Anunciación (c. 1435-1441), de Jan van Eyck, y La Virgen con el árbol seco (c. 1450), de Petrus Christus.
En la primera planta, podrá admirar pinturas del Renacimiento alemán, como el Retrato de Enrique VIII (c. 1534-1536) de Holbein, y pinturas holandesas del siglo XVII, como El tocador de Venus (c. 1629) y Venus y Cupido de Rubens. Las salas 16, 17 y 18 están dedicadas al arte italiano del siglo XVIII, con dos bellas vistas del Gran Canal de Venecia: una de Canaletto (1723) y otra de Francesco Guardi. El museo también alberga obras románticas como Mañana de Pascua, de Caspar David Friedrich.
El impresionismo también está presente, con cuadros de Manet, Monet y Renoir. Van Gogh (Les Vessenots à Auvers, 1888), Cézanne(Portrait d'un paysan, hacia 1900), Gauguin(Mata Mua, hacia 1892) y Toulouse-Lautrec(Gaston Bonnefoy, 1891) completan el cuadro. Los expresionistas alemanes están representados por el grupo Die Brücke.
En la planta baja, 8 salas (de la 41 a la 48) están dedicadas al arte contemporáneo. Destacan las diferentes escuelas de vanguardia del siglo XX: el cubismo con el Hombre con clarinete o Arlequín (1923) de Picasso, varios cuadros de Braque y Juan Gris, el surrealismo con Dalí, Miró y Magritte, el periodo abstracto de Kandinsky y pintores como Chagall, Max Ernst y Klee. Las últimas salas están dedicadas a la pintura americana de posguerra: Verde sobre violeta de Mark Rothko, un tesoro del expresionismo abstracto, y Marrón y plata I de Pollock. La pintura figurativa está representada por Hopper, Lucian Freud y Bacon. El recorrido termina con el arte pop: Expreso de Rauchenberg, Mujer en el baño de Lichtenstein y Desnudo nº 1 de Wesselmann.
Por último, pero no por ello menos importante, también merece la pena visitar la tienda del museo, que ofrece una gama de impresiones a la carta de los cuadros del museo.
Reserve las mejores actividades con Get Your Guide
Opiniones de los miembros sobre MUSEO NACIONAL THYSSEN-BORNEMISZA
Des collections très éclectiques, peu d'oeuvres pour chaque artiste mais énormément d'artistes représentés.
Profiter de la période de gratuité pour le visiter (voir sur leur site).
Le café situé en terrasse est magnifique... si vous en avez les moyens !
Un beau musée, pour les amateurs d'arts, vous allez adorer !