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Viajar en tren no es sólo la oportunidad de recorrer paisajes variados, sino también de pasar por estaciones y tomarse tiempo para admirar su arquitectura Y en muchas ciudades europeas, figuran entre los edificios más bellos de la ciudad. Algunos tienen una arquitectura antigua, mientras que otros presentan un aspecto más contemporáneo. Es importante fijarse en la arquitectura exterior, pero también en la interior, porque a menudo se pueden ver verdaderos tesoros. Para los que tengan ganas de viajar por Europa, he aquí 10 de las estaciones de tren más bonitas del continente.

1- Estación de Lieja-Guillemins, Bélgica

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En Bélgica, la estación de Lieja-Guillemins parece una catedral de acero. Es obra del arquitecto castellano Santiago Calatrava. Inaugurada en 2009, está hecha principalmente de acero, pero también de vidrio y hormigón blanco. El resultado es moderno y elegante, con entrada de luz durante el día gracias a las numerosas claraboyas y ventanas. La estación está organizada en tres niveles, y es interesante señalar que, bajo la estructura, dos balsas subterráneas de aguas pluviales recogen el agua de la cubierta, que ocupa 33.000 m².

2- Estación de Londres St Pancras, Gran Bretaña

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Entre las estaciones más bellas de Europa se encuentra St Pancras, situada en el corazón de la capital inglesa. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura victoriana del país, y su fachada gótica de ladrillo rojo es sencillamente extravagante. Construido a lo largo de 20 años en el siglo XIX, es uno de los muchos monumentos londinenses que hay que ver con detalle. Cuenta con enormes salones, restaurantes, bares y tiendas para ir de compras. Para verlo desde Francia, nada más fácil, ya que el Eurostar desde París llega a St Pancras.

3- Estación de Madrid-Atocha, España

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La estación ferroviaria más importante de la capital española, fue inaugurada en 1851. Muy agradable a la vista desde el exterior con su color ocre y sus elementos de hierro forjado, su originalidad reside principalmente en la presencia en su interior de un jardín tropical donde viven numerosas especies vegetales y animales. hay 7.000 plantas, así como estanques con peces y tortugas. En el exterior también hay un monumento conmemorativo, inaugurado en 2007, un lugar para rendir homenaje a las víctimas del terrible atentado del 11 de marzo de 2004.

4- Estación Central de Ámsterdam, Países Bajos

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Para quienes deseen pasear por los distintos barrios de la capital holandesa, conquistar su arquitectura y sus canales, la estaciónAmsterdam-Centraal es uno de los edificios más bellos de la ciudad. Su fachada es una mezcla de arquitectura gótica y renacentista y sus dimensiones son colosales, ya que alcanza los 300 m de longitud. Construida a finales del siglo XIX por el mismo arquitecto que diseñó el Rijksmuseum, es interesante señalar que la estructura descansa sobre 8.000 pilotes para que sus pies no estén en el agua. Toda una proeza arquitectónica para un edificio tan llamativo.

5- Estación de Metz, Francia

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La estación de Metz es sin duda una de las más bellas de Francia. Fue construida entre 1905 y 1908 por el arquitecto berlinés Jürgen Kröger. Su fachada es espléndida, de estilo neorrománico renano, con multitud de detalles tallados en la piedra, arcadas entrelazadas, una torre del reloj y antiguas vidrieras. Una vez visto el exterior, no hay que dejar de entrar en el interior y mirar hacia arriba. Su vestíbulo es precioso y, de nuevo, todo está en los detalles.

6- Estación de Oporto-São Bento, Portugal

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Construida a principios del siglo IX sobre las ruinas del antiguo convento de San Benito del Ave María, esta estación portuguesa es una de las visitas obligadas durante una estancia en Oporto. Si el exterior del edificio ya es majestuoso, lo mejor espera a los visitantes en su interior. El monumento revela espléndidos azulejos, más de 20.000 azulejos de la famosa loza portuguesa. Estos azulejos hacen referencia tanto a escenas históricas como a escenas folclóricas del norte de Portugal. El lugar es perfecto para muchas fotos de recuerdo.

7- Estación de tren de Milán-Centrale, Italia

Stéphan SZEREMETA

Si la famosa ciudad del norte de Italia brilla por su arquitectura, ¡la estación ferroviaria de Milán-Centrale también forma parte de ella! Inaugurada en 1931 para sustituir a la antigua estación central de la Piazza Della Repubblica, fue Mussolini quien decidió convertirla en un monumento majestuoso, símbolo del poder y del régimen de su país. El resultado es una mezcla de estilos, como el Art Nouveau y el Art Déco. En el interior, enormes arcos de acero y cristal cubren nada menos que 24 andenes. Miles de viajeros pasan por allí cada día.

8- Hauptbahnhof de Berlín, Alemania

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Con un estilo mucho más moderno, la Hauptbahnhof de Berlín impresiona por sus dos torres de cristal con ascensores panorámicos, pero también por sus 15.000 m² de espacio comercial. Inaugurada en 2006 en la capital alemana tras más de 10 años de obras, este lugar es un auténtico centro neurálgico de la ciudad, por el que pasan 300.000 pasajeros al día. Auténtica catedral de cristal y acero, las grandes y refinadas aberturas en los techos de las distintas plantas dejan entrar el máximo de luz natural durante el día, hasta las vías inferiores.

9- Estación Central de Helsinki, Finlandia

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Construida entre 1909 y 1914 por el arquitecto Eliel Saarinen durante un periodo de gran tensión con Rusia, la Estación Central de Helsinki es una joya pura del Art Nouveau finlandés. La plaza que hay frente al edificio ofrece magníficas vistas desde las que fotografiarlo. Fue construida en granito finlandés y se distingue por la presencia de estatuas dobles de Emil Wikström. Estos faroleros se alzan a ambos lados de la entrada principal. Otros dos elementos que llaman la atención son la torre del reloj, de 48 m de altura y tejado gris verdoso, y el mural Pullman de la segunda planta del edificio, obra del gran artista finlandés Eero Järnefelt.

10- Amberes-Estación central, Bélgica

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De vuelta a Bélgica para terminar este recorrido por las estaciones de tren más bellas de Europa. La estación Amberes-Central puede visitarse como un museo dedicado al Art Nouveau. Desde el exterior, el edificio recuerda a una catedral, y en el interior, le sorprenderá la cúpula, situada a 75 metros del suelo y restaurada a su estado original, el reloj central y la presencia de veinte tipos diferentes de mármol que se han utilizado en la decoración. Hay varios estilos de columnas: dóricas, jónicas, toscanas y corintias. El monumento fue clasificado como la cuarta estación más bella del mundo en 2009 por la revista estadounidense Newsweek.