RAMPILA
Desde la pasarela de entrada a la ciudad, no puede perderse la terraza de este restaurante gastronómico, excavada en la roca del foso que rodea el casco antiguo. Muchos han buscado la entrada, ¡pero pocos la han encontrado! Tras bajar una empinada escalera, se atraviesa una bodega abovedada excavada en las fortificaciones, donde se disponen hermosas mesas con manteles blancos y cubertería de plata, antes de salir a la terraza. En verano, éste es EL lugar donde hay que estar en La Valeta, ya sea para tomar una copa de buen vino como aperitivo o para cenar. La cocina mediterránea de fusión es de primera categoría, sutil y deliciosa. Carne y pescado perfectamente cocinados, sabrosas verduras y platos sofisticados. El restaurante es bastante caro, pero no tiene igual en La Valeta por la calidad de su cocina. Excelente servicio. Mientras espera su comida, puede visitar un pequeño museo gratuito creado por el propietario del restaurante, con unas cuarenta figuras que representan los oficios tradicionales de Malta, desde el pescador hasta la encajera.