BLACK PIG

Este restaurante dispone de una bonita sala de piedra visible en un palacio del siglo XVII y ha sido excelente desde su inauguración en 2012. Las platos, de influencia mediterránea y francesa, son originales y apetitosas. Como el tártaro de Santiago, o las bonitas composiciones vegetarianas propuestas aquí. El menú con pizarra cambia todos los días: sólo cinco platos y entradas y tres postres a elegir, como un buen restaurante que realiza una cocina de mercado con ingredientes de prima frescura, especialmente carnes procedentes de un carnicero de la isla. Carta de vinos elaborada por un suizo francés que quiso añadir una paleta de crudos naturales (sin sulfitos añadidos) a la lista clásica de vinos locales.