UPPERLINE RESTAURANT
Al cabo de un cuarto de hora (en coche, más bien media hora en tranvía y a pie) después del Viejo Carré, verás una fachada de ladrillos, aunque decorados con frescos del pintor Martin Laborde. Upperline es tanto un palacio de música y artes gráficas como un espectáculo culinario. Todo lo mejor en la cocina criolla es magnífico por el chef Dave Bridges, nacido aquí, en Nueva Orleans. El menú es un auténtico condensado de lo que hay de divinamente en la cocina luisiana, como la bisque de camarones o el gumbo con anguila y la remoñada en el camarón. Todo sutilmente levantado por las especias y salsas originales.
Joann Clevenger, propietario del restaurante, cuidará de ti y cambiará unas palabras con usted. Es un verdadero personaje, que no se toma en serio, afirma que al menos una vez al día se debe soltar y hacer los locos para rehacer el lleno de energía. ¡La energía positiva que surge cuando la cruzamos! Fruto de una familia de agricultores extremadamente besoñosos, decidió elegir domicilio en Nueva Orleans, enamorada del Viejo Carré, de sus personajes y de su vitalidad. Sin un céntimo, se arriesgó a abrir el restaurante Upperline en 1983. Rápidamente, fue elogiado por la crítica y recibió muchos premios, pero en joann ha tenido mucha pasión y obstinación para hacer un negocio rentable. Apasionado de literatura, de pintura, de música y de relaciones humanas, es una auténtica embajadora cultural, que mantiene al día una ficha en la que figura todo el lagoiape (best-of) artístico y literario de Nueva Orleans, que pone a disposición de los clientes aficionados. En el restaurante se expone todo lo que la ciudad cuenta con artistas reconocidos y montantes.