CALLE BAB AL-JABIYE
Al anochecer, coge la calle que se abre frente a la mezquita Sinan Pasha, reconocible por su minarete único de tejas verdes. Se encuentra en el extremo sudoeste del casco antiguo.
Típica y desconocida de los turistas, esta calle comercial iluminada por pequeñas lámparas atraviesa un barrio antiguo y popular. Se venden pollos, quesos, verduras, pastelería… en tiendas abiertas en la calle o en el suelo, por lo que hay la fabulosa impresión de deambular en una tienda gigante a cielo abierto. El pan caliente salido de los hornos se deposita en tipos de tenedero de hierro. Los hombres separan las tortas, los detienen y esperan al discutir que el khuz se ha enfriado. Colores acidulados, claxones de los pocos conductores audaces que se atreven a enfrentarse a la multitud de peatones, vendedores a la subasta, olores de las especias… para prolongar este fabuloso viaje de conciencia, detengan el tiempo de un té en las pocas mesas dispuestas en la terraza de un pequeño café situado justo después del cruce con una calle en la que se venden esencialmente frutas y verduras.
Al final de la calle Bab Al-Jabiyé, los amantes de las ropas de segunda mano o los adictos a vintage subirán a la derecha en unos 100 m. Aquí hay decenas de pequeños puestos que proponen frippas la mayor parte del tiempo en un buen estado para unos precios irrisorios. En la clave, de los pañuelos Hermes, de los impermeables Burberry, de las camisas Ralph Lauren y de otros tesoros… pero se le advierte, hay que tener la paciencia de buscar en las montañas de ropa.