BIBLIOTECA PÚBLICA DE NUEVA YORK

Construida en 1911, la N.Y. Public Library es, como Grand Central, uno de los edificios Beaux-Arts más bellos de Nueva York. También es una de las bibliotecas públicas más grandes del mundo. Flanqueada por dos leones esculpidos, apodados "Paciencia y Fortaleza" por el alcalde LaGuardia en 1930, en reconocimiento a las cualidades que los neoyorquinos tuvieron que demostrar durante la Gran Depresión, sus imponentes escaleras son uno de los lugares de encuentro favoritos de los neoyorquinos. El interior del edificio, que se extiende el equivalente a dos manzanas, es grandioso, y el ambiente considerablemente menos sobrio que en la Bibliothèque nationale de París. Es poco probable que una breve estancia en Nueva York le anime a adentrarse en los archivos de la ciudad, pero una visita a la Biblioteca Pública es imprescindible, sólo por la belleza de sus salas de lectura. En la planta baja, la Sala de Periódicos (miles de publicaciones periódicas editadas en más de cien países) está decorada con trece hermosos murales que representan los principales edificios de Nueva York; en la planta superior, la Sala de Lectura Principal Rose (cerrada desde hace más de 2 años por reformas) es la joya de la corona; las consolas informáticas combinan ahora a la perfección con el hermoso mobiliario de madera y las lámparas de bronce originales. Una visita guiada por la biblioteca recorre las siguientes secciones: mapas, economía, derecho, artes, arquitectura, fotografía, microfilmes, historia de América, manuscritos raros, culturas y civilizaciones judías, eslavas, bálticas y orientales, etc. Varias exposiciones jalonan la vida de esta venerable institución a lo largo del año, en cada una de las cuatro sedes siguientes: la Sala de Exposiciones Gottesman, la Sala de Exposiciones Berg, la Sala Edna B. Solomon y las galerías de la tercera planta. Para que conste, recuerde la primera escena de la película Los Cazafantasmas, cuando los tres científicos, asustados por un monstruo maligno, huyen de una biblioteca. Esa escena se rodó aquí. Como en todas las bibliotecas, el silencio es oro y está prohibido fotografiar en determinadas salas. Si se adentra en la Sala Gottesman, en la planta baja, descubrirá una fascinante exposición permanente y, entre los tesoros expuestos, ¡se topará con el auténtico Winnie the Pooh! Se trata del peluche que inspiró al autor A.A. Milne. Winnie y todos sus amigos eran en realidad los peluches de su hijo, Christopher Robin. Junto a Winnie se pueden descubrir a Tigger y Piglet.