CAPILLA DE SAN PABLO

Es la iglesia más antigua de Nueva York y una de las pocas que han sobrevivido a la Revolución Americana y después a la caída de las torres del World Trade Center, que destruyeron los edificios circundantes, así como uno de los sicomoros que había en el solar. La raíz del árbol destruido, considerado el árbol milagroso, ha sido esculpida en bronce. Desde entonces, la capilla se ha convertido en una especie de faro que vigila día y noche en recuerdo de los acontecimientos. La Capilla de San Pablo alberga fotos de las víctimas, uniformes de los bomberos y mensajes dejados por los familiares. Cuando las torres gemelas se derrumbaron tras los atentados del 11 de septiembre, la capilla se convirtió en lugar de descanso para los equipos de primeros auxilios. En los meses siguientes, los voluntarios acudieron allí todos los días, dedicando su tiempo a preparar comida y ropa de cama para los trabajadores que despejaban el lugar.

De arquitectura georgiana y siguiendo el modelo de la iglesia londinense de St. Martin in the Fields, fue construida en 1766 y forma casi parte de la prehistoria de Nueva York. Es una capilla clásica de arquitectura colonial con un interior muy sobrio. Cuando Nueva York era la capital de Estados Unidos, George Washington solía venir aquí a rezar. Aún se puede ver su banco personal, que se ha conservado con fervor. El pequeño cementerio contiguo se ha convertido en un lugar donde la gente viene a relajarse y hacer picnic entre las tumbas de los ciudadanos eminentes de Nueva York, a la sombra de los árboles.