PENSIÓN ALFIN
Hostal-boutique con un patio típico para una cálida bienvenida
Manolo, el sonriente propietario de este hostal boutique, inaugurado en 2012, no es ajeno a la experiencia, ya que trabajó con su familia en la Pensión Landazuri de enfrente durante muchos años. Puede estar orgulloso de su nuevo establecimiento, que cuenta con un patio típico, un antiguo aljibe y un amplio y elegante salón. "Alfin" como "al fondo", casi al final de la cuesta residencial que lleva a la Alhambra y "por fin", alivio tras un capricho que tardó en madurar y fructificar, entre reformas escrupulosas, decoración meticulosa, mobiliario escogido (Maison du Monde) y demás papeleo administrativo. Al final, con vistas a un patio con fuente o a una calle peatonal, sólo hay cuatro habitaciones, pero todas son nuevas y de muy buen gusto, con paredes de ladrillo, vigas y muchos paneles de madera. Una pequeña maravilla que hay que descubrir, lo antes posible, para una acogida de lo más atenta en un lugar encantador.
La atención inmejorable, te sientes co en casa. Repetiría sin dudarlo.
Hemos estado alojados dos adultos y dos niñas en una habitación cuádruple con baño. La habitación muy bonita, bastante amplia, limpia y cálida (en invierno). Las camas y almohadas súper cómodas.
La atención maravillosa. Los dueños son muy amables, nos hemos sentido como en casa. Cuando volvamos a Granada, repetiremos.
Propietarios amables y serviciales.