CASA DE OUSMANE SOW
Era uno de sus sueños: abrir un lugar en Senegal dedicado a sus más bellas esculturas, donde el público pudiera contemplarlas. Este deseo, aunque póstumo, se ha hecho realidad gracias a sus hijos y a Béatrice Soulé, su agente artística, que han hecho todo lo posible para traer sus obras de vuelta a Senegal y mostrarlas en su esplendor. Fue abierta en ocasión de la inauguración de la Bienal de Dakar 2018 y luego fue cerrada por un tiempo para ser preparada para la recepción del público general, esta casa tan querida por su esencia —en el preámbulo de su serie imaginaria sobre los egipcios la denominó la Esfinge—, ahora alberga sus obras más representativas. Entre las coloridas paredes, cubiertas con el material de sus creaciones, podemos dejarnos guiar por nuestros deseos, por nuestra intuición, en este laberinto artístico. Desde los noubas hasta los grandes hombres, pasando por los fulani o por los proyectos inacabados, no se puede dejar de admirar sus figuras monumentales. Si tiene la oportunidad, visite su taller, situado en el ático, donde encontraba la inspiración frente al mar; está intacto desde el día de su muerte. Su habitación, en cambio, presenta un lado más íntimo del artista, entre fotos, cartas y recuerdos diversos.
Lors du projet de création de la Statue de la Renaissance Africaine, Ousmane Sow était l'artiste choisit pour dessiner la statue. Des éléments n'ont pas permis à l'artiste d'obtenir le projet. Le prototype qu'avait imaginé l'artiste pour créer la statue est également présent dans le musée.
Le guide réalisant la visite est très impliqué et touchant. Ce dernier était un proche collaborateur de l'artiste. Une visite agréable où nos interrogations trouvaient des réponses.