LA VOILE D’OR
Hay que atravesar una zona industrial bastante sórdida para llegar a La Voile d'Or, pero el lugar vale la pena, sobre todo por su playa de arena blanca de aproximadamente 1 km, sus cocoteros, su vista de la isla de Gorea y sus aguas claras refugiadas en una bahía. El hotel, que se halla cerca de la naturaleza y de la playa, ofrece habitaciones baratas en un entorno de postal, con seguridad las veinticuatro horas y un personal muy amable. El alojamiento es muy confortable (aire acondicionado, aseos, TV), aunque algunos bungalós necesitan una buena renovación —que está prevista, al parecer—. El restaurante de la playa está especializado en pescado y los domingos se ofrece un brunch en formato bufé que atrae a muchos dakarianos, los cuales acuden a la playa para pasar el día. También existe la posibilidad de acampar y hay wifi en todas partes.