SALINAS

En Guerrero Negro, en el corazón de la reserva del Desierto de Vizcaíno, se encuentra el primer productor de sal del mundo. Estas salinas ya eran conocidas por los navegantes españoles e ingleses. La configuración del terreno y el clima favorecen la deposición de sal en grandes superficies: una capa de agua salada que penetra en una superficie plana e impermeable, el sol, el viento y la falta de precipitaciones. La empresa actual que explota la sal tiene su origen en los años 50, cuando barcos estadounidenses partieron en busca de yacimientos explotables para abastecer a la industria papelera de California. En 1954 se creó la empresa Exportadora de Sal, que finalmente fue nacionalizada en 1973; actualmente opera en asociación con una empresa japonesa, principal mercado de exportación (7 millones de toneladas al año). La visita a este inmenso lugar (90.000 hectáreas, de las cuales 35.000 son zonas de producción) le permitirá descubrir magníficos paisajes, tanto los de las salinas como los de una parte del desierto y la laguna; la observación de aves es un plus importante. El tamaño de las instalaciones y la maquinaria de funcionamiento también son alucinantes.

La excursión: por razones de seguridad, un guía de la empresa especializado en la protección del medio ambiente conducirá su vehículo para llevarle a la excursión, que puede durar de 1,5 a más de 3 horas, según los lugares visitados. Se puede reservar con antelación o ir directamente a la portería.