IGLESIA DE SAINT-ANDRÉ

La iglesia Saint-André de Morne-à-l'Eau fue construida en 1930 por el arquitecto Ali Tur, para sustituir al edificio anterior, destruido por el devastador ciclón de septiembre de 1928. Ali Tur fue responsable de 120 edificios, entre ellos otras 5 iglesias, durante la reconstrucción de Guadalupe.

La iglesia es representativa de la rica identidad del territorio y de la introducción del hormigón en la construcción. En aquella época, el uso del hormigón era aún muy limitado, pero poco a poco fue sustituyendo a los edificios de madera. La iglesia de Saint-André domina el patio delantero dominado por el presbiterio, también diseñado por Ali Tur. El edificio tiene planta basilical y la nave se eleva a 13 metros de altura. La nave está iluminada por grandes ventanas verticales que permiten la ventilación y crean un juego de luces. El mismo principio se utilizó para cerrar el techo de la nave y las paredes de la galería. Con el tiempo, el campanario, también construido en hormigón, se deterioró y dejó de cumplir las normas antisísmicas. Por ello, en 2013 se decidió cerrar la iglesia para realizar obras de adecuación, dado el alto riesgo sísmico de Guadalupe. En 2019, la iglesia de Saint-André fue seleccionada por la Fondation du patrimoine como uno de los 18 proyectos emblemáticos. Este fue un bienvenido impulso para la restauración de la iglesia como parte de la Loto du Patrimoine (Lotería del Patrimonio). Las obras, tan esperadas, han podido así ponerse de nuevo en marcha, con una fase activa prevista para 2024. La misa de Navidad de 2024 fue la primera que se celebró desde el inicio de las obras.