CASA ZEVALLOS

Desde la carretera, se percibe que la época colonial aún planea tras las puertas de esta vivienda, tan diferente de las casas tradicionales de los alrededores. Los finos y elegantes herrajes, las esbeltas estructuras metálicas, el tejado de tejas rosas y la logia del piso superior son detalles que clasifican inmediatamente esta residencia como procedente de los mejores talleres parisinos de finales del siglo ^XIX.

Actualmente se está investigando para descubrir su verdadera historia. Un rico residente de Luisiana encargó a Gustave Eiffel la construcción de dos casas para cada una de sus hijas. Fabricadas en Levallois-Perret, fueron cargadas en un barco con destino a Nueva Orleans, pero durante una fuerte tormenta el barco fue desviado al puerto más cercano, Pointe-à-Pitre. El retraso llevó al capitán del barco a subastar la carga, temiendo tener que pagar intereses de demora a su patrocinador. Uno de ellos fue comprado por Ernest Souquès, director de la azucarera Darboussier, hoy Museo Saint John-Perse de Pointe-à-Pitre. La otra fue adquirida por Stanley Auguste Duchassaing de Fontbressin, propietario de la azucarera de Zévallos, que la hizo construir entre 1873 y 1875. La chimenea de 18 metros de altura sigue siendo testigo del antiguo poder de la industria azucarera. Zévallos fue la primera fábrica central de Guadalupe.

Abundan las leyendas sobre esta casa. Los lugareños afirman que está encantada y que por las noches se oyen gritos fantasmales. Gritos de obreros asesinados por orden del amo, el conde Hector Parisis de Zévallos, para sofocar una revuelta. Se dice que los cabecillas murieron en el horno de la fábrica.

El lugar está protegido por la asociación "Amigos de Zévallos". Patrimonio protegido desde 1990, la Casa Zévallos fue seleccionada por la Fundación del Patrimonio para recibir 500.000 euros en 2020 para restaurar el lugar. La chimenea, que corría peligro de derrumbarse, ha sido restaurada. Las excavaciones arqueológicas han dado resultados inéditos en el archipiélago en materia de investigación histórica sobre la economía de la época industrial en Guadalupe. Estos resultados, junto con los objetos encontrados, se presentarán en el futuro centro de interpretación del yacimiento. En Zévallos se están llevando a cabo obras de restauración de gran envergadura que durarán dos años y obligarán a cerrar el yacimiento durante este periodo. No obstante, se están organizando visitas especiales para descubrir los secretos de la obra (véase el sitio web).