LA FABRYK

Una Fabryk que merece ser conocida más allá del barrio de Bachut. De fácil acceso en tranvía (y con muchos aparcamientos en las cercanías), La Fabryk sorprende en primer lugar por su antigua cubierta escalonada, que aporta luz natural a este inmenso espacio (220 plazas) transformado en una taberna contemporánea. Un escenario impresionante para una Fabryk que abre los siete días de la semana y donde todo el mundo (pequeños/grandes/gourmets/grupos/parejas...) encuentra su lugar de forma natural. Incluso es posible reservar todo el local (el equipo puede adaptarse a todos los presupuestos y necesidades) u organizar un seminario en una sala equipada.

Mientras tanto, cabe destacar la atención y el servicio, que aportan el ritmo adecuado a esta Fabryk, que programa numerosos eventos: conciertos en directo todos los miércoles, veladas mágicas para adultos todos los jueves, veladas de jazz todos los viernes, por no hablar de su fórmula mágica (un menú infantil gratuito por cada menú de adulto), almuerzos dominicales con un taller (Les Savants Fous) dirigido por un químico para los más pequeños (a partir de los cuatro años).

Y ¿qué hay de la cocina? Como en los buenos tiempos, es casera. Ensaladas bien aderezadas según la temporada, pizzas de calidad, hamburguesas caseras de dos tamaños y platos de taberna como el pescado con patatas fritas y salsa tártara. Además, La Fabryk ofrece varios postres para terminar la comida con un sabor dulce. Otro placer: una carta de vinos especialmente interesante. Una taberna que fabrica felicidad todos los días.