Restaurante de cocina marinera en Lyon.
Una cocina para leer —el chef ha publicado ya tres libros—, vivir y disfrutar. Una comida en el Cuisine et Dépendances Acte II (el primer acto se desarrolló en el otro extremo de Presqu’île hace unos años) es uno de los regalos más hermosos que se pueden hacer en pareja o en familia. A Fabrice Bonnot, el chef, nada le gusta más que compartir su pasión por la cocina, una pasión que se transmite en un ambiente elegante, refinado y cálido: un verdadero nido de amor donde cada mesa mantiene su independencia para disfrutar mejor de estos momentos mágicos. Podrá disfrutar de más momentos mágicos si ha tenido la precaución de reservar una plaza de aparcamiento en el restaurante a la hora de efectuar la reserva (¡es posible!) o si ha venido en otro medio de transporte distinto del coche.
El restaurante cuenta, además, con una terraza cubierta en una calle poco transitada y con unos comedores sensacionales. Un remanso de paz contemporáneo con sus increíbles paredes de agua y sus magníficos juegos de luces, ideal para parejas o para comidas de negocios. Un ambiente tranquilo, realzado con toques de color, que invita a saborear una cocina excepcional, la de un chef creativo que sigue jugando con el contraste tierra/mar, con preferencia por los productos del mar. En el menú Textures et Saveurs («texturas y sabores»), una delicia de cangrejo con notas de apio fresco y vinagreta de mariscos para empezar. Nuestro viaje culinario prosigue con un besugo de la costa bretona, polenta crujiente y caldo fino de parmesano, y termina con L’Interdit chocolat (chocolate prohibido) con lácteo de pistacho, caramelo a la mantequilla salada y streuzel de chocolate. La carta de vinos ofrece las mejores combinaciones.
Très bon accueil dans un cadre vraiment sympathique et moderne.
Les plats sont délicieux mention spéciale pour le gratin minute en dessert !
Une délicieuse surprise. J'ai découvert ce restaurant toque blanche grâce au petit paumé.
Je n'ai pas été déçu. Du goût, de la finesse, de belles présentations, un accueil chaleureux et une attention du chef tout au long du repas.
J'ai déjà envie d'y retourner notamment pour certains desserts qui ont l'air très gourmand.