L'AUTHENTIQUE
Auténtico por su decoración de estilo adorable, en la que todos los detalles se curan para sumergirse en un cuento de hadas auténticamente goloso y con su terraza soleada, este establecimiento es un ineludible de la estación para descubrir el placer de comer bien en la montaña. En un marco en el que todos nuestros sentidos están de acuerdo, nos iremos a los caminos de la gastronomía con un chef generoso que nos prepara buenos platos a base de buenos productos. ¿La prueba? Los quesos que sirven para preparar fundue y raclette vienen de Bernard Mure-Ravaud, el campeón del mundo de los maestros refinados. Y todo está al apéndice. Sabores italianos, la especialidad de la casa, con maravillosos risotti, lasaña de reblochón y sabores regionales con ravioles al azul de Sassenage, diots de Saboya… para acabar con una divina crema quemada al genepi. Una magnífica carta de vinos italianos y un café servido con una verrina de chocolate. El establecimiento está bien comunicado con una dirección que no se puede perder.