ANTOINE RESTAURANT
A la entrada de Châtel, imposible no faltar a Antoine Restaurant, y si tu hotel o tu alquiler está un poco lejos del centro de la estación, Frank viene a buscarte a los pies de tu estancia y te lleva a buen puerto si te alojas en un radio de 10 km alrededor del restaurante. Un servicio agradable cuando se conoce la dificultad de aparcar en el centro de la ciudad. Pasando la entrada y una bonita terraza de madera, entramos en un universo saboyano elegante y acogedor, donde reina la madera, al igual que los osos que se cuentan por decenas, colgados en las estanterías, velando por el buen desarrollo de su comida. Las especialidades de Saboya son generosas y sabrosas -bastardas a la antigua con leche de montaña, fondue real a los 5 quesos, berthur y tartiflette de los Alpages- que hacen honor a la región y a los productores locales. Si no nos gusta el queso, un mariscal de ternera de ternera a las morillas o un magret de pato salsa de arándanos sabrán seducir a nuestras papilas. La tarta fina de manzanas calientes y su caramelo de mantequilla salada ofrece todo lo necesario para terminar la comida. Algunos platos son incluso adaptables a los vegetarianos.