BEURRE NOISETTE
En un antiguo bar de vinos, en el corazón de la estación de Chamonix, se ha creado un restaurante bastante ambicioso. La mantequilla de avellana pone el listón muy alto: platos a la carta y sin menú de noche. En un sencillo e incluso rústico ambiente de chalet saboyano, la pareja de restauradores comparte los papeles de una manera poco convencional: él está en el comedor, ella en la cocina. Platos de productos frescos y bien cocidos en un ambiente agradable y un servicio muy agradable. En el menú, encontrará la crema de Beaufort du Val d'Arly, el tártaro de tomate viejo con pesto y buratta o el risotto de caracol de Magland en perejil para empezar; el trozo de cerdo confitado con escanda pequeña con chorizo y virutas de tocino o el cordero confitado con tomillo con nicoise vegetal en hilera; y la crema de limón con migas y nata montada o el intenso chocolate tostado con cacahuetes y caramelo de mantequilla salado para cerrar la comida. Hace que se quiera y la terraza al atardecer es perfecta para pasar el puntaje un poco alto, aunque justificado por la excelencia de los logros. Para descubrir!