COLONNE CHARLES FELIX
La columna Bonneville es un símbolo de gratitud a Carlos Félix, rey de Cerdeña.
Si hay un monumento, junto con el castillo de los Sires de Faucigny, emblemático e ineludible, es esta inmensa columna erigida a orillas del Arve. Pero, ¿por qué erigieron tal monumento? ¿Y quién es ese "Rex Karolus Felix" mencionado al pie del edificio? Si no está familiarizado con los números romanos, primero debe aprender que MDCCCXXIIII se lee 1824. Ese año, Carlos Félix (1765-1831), rey de Cerdeña, duque de Saboya y príncipe del Piamonte, que gobernaba en Saboya (que no estuvo unida a Francia hasta 1860, recordemos), decidió subvencionar generosamente el embalsado del Arve, un río tumultuoso que seguía inundando el valle, causando numerosos daños y cientos de muertos. Fue durante la visita de Carlos Félix, seguramente uno de los últimos reyes que aún permanecen en una columna en Francia, a Bonneville en 1824, cuando se erigió una columna provisional para dar las gracias al soberano. La columna que conocemos hoy, catalogada como monumento histórico en 1942, fue construida en 1926. Construido por el ingeniero Bard y la empresa Pélissier de Samoëns, domina el Arve y la ciudad desde lo alto de sus 44 metros. Además de la columna de estilo dórico, cabe destacar la estatua del rey en mármol de Carrara que sostiene en su mano un rollo del plan de diques, así como un bajorrelieve (una copia, el original está en el ayuntamiento de Bonneville) que representa al Arve en forma de diosa encadenada.