El castillo ofrece 5 luminosas habitaciones y una zona de bienestar.
La llegada a esta bastidel XIX es monumental. Es la armonía de la arquitectura o el parque clasificado como "parque extraordinario del siglo XIX en Vaucluse". Ambos sin duda. Se ha pensado en todo detalle para valorizar la historia de los lugares: bañeras a la antigua, mobiliario de época, techos altos, puertas y suelos con baldosas originales. En la planta baja hay una sala de estar-comedor, una chimenea abierta y un billar. En la planta superior, las 5 habitaciones son luminosas, las ventanas son inmensas y el techo está a 4 m. Lo han entendido, no adaptación contemporánea, pero una oda de estilo clásico. Todas las habitaciones dan al cuarto de baño y al parque. La zona de bienestar está instalada en el antiguo palomar. Se disfruta del hammam, de la sala de masaje o del baño de burbujas. Castillo judío también es un buen viñedo, pruebe el Ventoux blanco, ve ligero, no te preocupes, es sobre todo exquisito.