MONT VENTOUX

a sólo 1910 metros de altitud, su sobrenombre de "Gigante de Provenza" está más que justificado. Clasificadas como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, junto con los 35 municipios que rodean el macizo, las laderas del Mont Ventoux combinan todos los climas, del mediterráneo al alpino, creando una extraordinaria riqueza de flora y fauna. Por ejemplo, según la estación y la altitud, se puede descubrirla Iberis de Candolle, que crece en el canchal de la cumbre de junio a agosto, la magnífica Amapola de Groenlandia (en julio), el rarísimo Lirio de Martagón en el flanco norte a finales de verano, o la Nivéole de Fabre, que sólo se encuentra en el flanco sur (sólo florece durante una semana a principios de mayo). Sitio único, esta majestuosa pirámide blanca, azotada por los vientos durante dos tercios del año, es recorrida por miles de ciclistas que se lanzan a la conquista de sus laderas, intentando repetir las hazañas de los legendarios escaladores del Tour de Francia. Una vez en la cima, sus esfuerzos se ven ampliamente recompensados: en un día despejado, la "montaña calva" permite contemplar a vista de pájaro toda la Provenza, desde los Alpes hasta el Mediterráneo, pasando por el Macizo Central y las Cevenas. Con 12 kilómetros de pistas de descenso y 7 kilómetros de esquí de fondo, la estación de Mont Serein ofrece el placer único de esquiar bajo el sol del Sur Infórmese en las oficinas de turismo de Carpentras o Sault, Bédoin o Malaucène sobre las diversas actividades que se ofrecen a las familias tanto en invierno como en verano.