En Moissac-Bellevue, en el Var, el chef Michael Labat-Guest, de la Bastide du Calalou, da ejemplo. Para cocinar buena comida, dice que no siempre hay que viajar lejos. Todo su menú está compuesto por productos locales que se encuentran en los alrededores del hotel. Para preparar sus truchas, por ejemplo, acudía a los piscicultores situados a 20 km de su trabajo. Para terminar, propone un fino pisto y un jugo cremoso de trucha: ¡equilibrado y sabroso! Con esta iniciativa, el chef demuestra que es posible combinar productos locales y placeres gustativos