MOULIN DE LA RECENSE
Hace casi tres siglos, cuando los últimos señores de Ventabren abandonaron el castillo que domina el pueblo, se inició la construcción del Moulin de la Récense. Este inmenso edificio fue diseñado para albergar varias actividades esenciales para la vida local: acogida de ovejas y pastores durante la trashumancia en la gran sala abovedada, cría de gusanos de seda en la primera planta, horno de pan, lechería, estación postal, producción de vino, almendras, nueces, verduras y forraje. Era también el único molino de Provenza capaz de extraer aceite de oliva del orujo ya prensado para obtener aceite comestible.... Este aceite usado se llamaba aceite Recense y se usaba en la composición para crear velas, combustible para lámparas, grasa para engranajes y especialmente jabón de Marsella De ahí el nombre del molino. Al pie del pueblo de Ventabren, típico de la campiña de Aquisgrán, el edificio fue renovado en 2005 para celebrar bodas y seminarios en un entorno encantador y un bello entorno natural, a la sombra de sus plátanos centenarios.