MONASTERIO DE CEMENTO
El monasterio de Cimiez, clasificado en monumentos históricos, fue construido en el siglo IX por los hermanos de la abadía de Saint-Pons. En 1546, la Hermandad de los Benedictins lo cedió a los franciscanos cuyo convento fue arrasado en la sede de Niza hace tres años y que hoy alberga un museo que describe la vida franciscana en Niza desde el siglo XIII. Transformado en cuarteles para los militares y después en hospital después de la Revolución, retoma su vocación inicial bajo la Restauración Sarde y vuelve a ser una iglesia parroquial bajo la dirección de los monjes. La apariencia del monasterio fue totalmente remodelada en el siglo XIX con la adición de fachadas de estilo neogótico y porche. A ver dentro: tres obras maestras del pintor primitivo nizaro Luis Bréa; los frescos sobre los bóvedos pintados por Hércules Trachel (la asunción de la Virgen; las escenas de vida de San Francisco y Santa Clara de Asís; un retablo de madera tallada firmado Louis Bréa de 1512 que representa a la crucifixión. Antes de salir del lugar, no dudes en pasear por el jardín del monasterio cuyas vistas besa una gran parte de la ciudad hasta el mar. Abierto al público desde 1927, este parque sería uno de los jardines nicenos más antiguos cuya disposición sería la misma desde 1546. Naranjos, limoneros, mandariners, roscos adornan un césped ordenado que hace feliz las sesiones fotos de los casados.