VILLA MUSEE JEAN-HONORE FRAGONARD
Cómo llegar y contactar
Museo con una elegante bastida, rodeada de un magnífico jardín con majestuosas palmeras, que alberga obras del pintor de Grasse
Esta elegante bastida de finales del siglo XVII, rodeada de un exuberante jardín con grandes palmeras, alberga las obras del famoso pintor de Grasse Jean-Honoré Fragonard y sus descendientes. Esta residencia, una de las primeras construidas fuera del centro de la ciudad, perteneció a tres antiguas familias provenzales antes de que la comprara un rico comerciante de perfumes, Alexandre Maubert. Culto, oriundo de Grasse y músico, Maubert era primo de Jean-Honoré Fragonard, a quien acogió en 1790-91 cuando la situación política le obligó a huir de París.
La ciudad de Grasse adquirió esta casa de campo en 1977 para convertirla en un museo dedicado a las obras de Fragonard, el niño del lugar, y a las de los pintores de su familia; entre ellos, su hijo, su nieto, su cuñada y su bisnieto, un escultor de talento que murió prematuramente. La excepcional decoración en trampantojo de la escalera, obra de Alexandre Évariste, hijo de Fragonard, fue clasificada monumento histórico en 1957.
Para visitar esta elegante mansión cargada de historia y, sobre todo, para participar en diversas actividades culturales y experimentales, primero hay que concertar una cita con el amabilísimo personal del museo. Es un hermoso homenaje que la ciudad rinde a su hijo más famoso, Jean-Honoré Fragonard, y a su familia artística. El hermoso jardín, las obras de arte históricas y la decoración en trampantojo merecen una visita. Un verdadero favorito.
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Opiniones de los miembros sobre VILLA MUSEE JEAN-HONORE FRAGONARD
Je ne trouvais pas très intéressant sur le gravier et composé de quelques plantes triste. Et montage très cheap. Mais bon, c'est gratuit.
Nous sommes allés visiter le jardin qui abritait trois des jardins en compétition pour le Festival des Jardins de Provence et bien que ce ne soit pas indiqué, il était fermé, sans que personne n'indique quand il rouvrirait !
A éviter comme toute la ville de Grasse, une ville devenue une imposture qui ne considère les touristes que comme des guichets automatiques sur pattes !