TORRE CRUELLA
La Torre Cruella, accesible a pie, cuyos restos dominan la ciudad, era un vigilante guardián de la aldea de Breil-sur-Roya.
En la Edad Media, la ciudad estaba rodeada de murallas. Esta torre, cuyos restos dominan la ciudad, debe su nombre a las aves rapaces de la Cruella (una especie de halcón) que anidaban en los huecos de la cresta rocosa sobre la que los condes de Ventimiglia la construyeron cuando tomaron posesión de ella a mediados del siglo X. Este nombre de Turris Cruellam aparece en la carta de 1258 por la que el Conde de Provenza se convirtió en Maestro de Breil. A lo largo de los siglos y hasta junio de 1940, fue una guardiana vigilante de la aldea. Por eso aparece en los brazos del municipio. La torre de Cruella se encuentra a poca distancia a pie del pueblo. Se tarda unos 30 minutos en caminar. Siga el boulevard Rouvier, luego tome la rue Ciappera. Unos 200 m más a la izquierda (baliza 4) es el inicio del camino que sube en curvas hasta la torre.