JARDÍN DE LA ABADÍA DE VALSAINTES
Un jardín que alberga 300 variedades de rosas, bulbos, plantas vivaces y plantas silvestres comestibles, con una zona dedicada a los productos locales.
Este jardín es una verdadera joya, que se distingue por su esplendor y diversidad. Cuenta con una rosaleda excepcional, con no menos de 500 variedades de rosas, así como un surtido de bulbos, plantas vivaces, plantas silvestres comestibles y zonas dedicadas a las plantas autóctonas y a los jardines secos, preservando un entorno salvaje. Un huerto agroecológico completa este encantador cuadro. Enriquecido con numerosos refugios naturales y cavidades en los edificios de piedra, se convierte en refugio de multitud de aves. En primavera se organizan aquí regularmente actos como visitas guiadas, conciertos, espectáculos, cursos y conferencias.
En verano, las sesiones de canto gregoriano invitan a disfrutar de una experiencia espiritual única en la capilla. La abadía también le abre sus puertas para una estancia inolvidable, con habitaciones de huéspedes y una casa rural con capacidad para quince personas. La sala de meditación ofrece acceso directo a la antigua sacristía, situada en el coro de la iglesia, un marco sencillamente mágico. El momento ideal para visitarlo es sin duda la floración de la rosaleda, alrededor de mayo y junio, cuando el jardín despliega toda su riqueza de colores y perfumes, acompañado de multitud de eventos. Una experiencia que no debe perderse si se encuentra en la región. También podrá disfrutar de las magníficas vistas desde la terraza del restaurante. Ir de compras.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
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Opiniones de los miembros sobre JARDÍN DE LA ABADÍA DE VALSAINTES
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Il n'est pas possible de prendre un café au restaurant sans manger, même après le coup de feu.
Les articles du magasin de souvenir sont sans intérêt et hors de prix.
Ensuite, nous avons fait le choix de quitter les lieux pour visiter un village proche et revenir pour la visite guidée du jardin. Si nous avions fait la visite seuls, nous aurions été déçus car c'est une saison sèche, il y a peu de fleurs. Mais les explications du jardinier rendent ce jardin d'autant plus spectaculaire. Nous sommes admiratifs de leur travail accompli ce qui motive mon avis sur les réseaux.
Je conseille vraiment cette visite.
Nous avons terminé par le restaurant qui vaut le détour, vraiment délicieux ! Petite astuce, on a une réduction si on montre nos tickets d'entrée au jardin.