LE CAFÉ DU COURS
También llamado Café des Voyageurs, es un lugar atípico en este pequeño pueblo. Cuando veas la fachada, ya querrás saber más. Una vez abierta la puerta, tenemos la agradable sorpresa de encontrar un zinc, el bar de antaño que se transforma a la hora de comer en restaurante y por la noche en sala de conciertos y espectáculos. Colgantes de latón, hierro, baldosas de cemento, decoración a la antigua con propietarios jóvenes y dinámicos. Paquetes de comida barata para los que todo es casero para una cocina sencilla y sin pretensiones. Sobre todo, conservamos la calidez y la originalidad del lugar, que bien merecen un descanso. Apreciamos especialmente las exposiciones, reuniones y otros conciertos que marcan el calendario. Un ambiente festivo está garantizado por la noche.
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