LAS GARGANTAS DEL VERDOR

Al norte de la Provenza Verde, entre los municipios de Castellane y Moustiers-Sainte-Marie, las gargantas del Verdon son el mayor cañón de Europa. Estas inmensas gargantas separan los Prealpes de Castellane de los Prealpes de Digne, y son el resultado de la erosión del río Verdon. El Verdon nace a 2.819 metros en el Col d'Allos y recorre 175 km. Más que un río tumultuoso, el lugar presenta gigantescos acantilados calcáreos. Su altura oscila entre 250 y 700 metros, su anchura entre 6 y 100 metros, e incluso entre 200 y 1.500 metros en la cima de las gargantas En medio de espacios naturales protegidos ricos en flora y fauna, el Verdon presenta múltiples facetas: tonificante y emocionante al serpentear por las impresionantes gargantas de aguas blancas y burbujeantes, o tranquilo y sereno al llegar a uno de sus 4 lagos (Esparron, Quinson, Sainte-Croix y Castillon), cuyas aguas quietas y tranquilas son perfectas para el baño. El lago de Sainte-Croix es el más popular, por el increíble color esmeralda de sus aguas debido a la presencia de microalgas en suspensión. Nace en el Col d'Allos y recorre 175 km. El lago es uno de los lugares de baño más populares de las gargantas del Verdon, y también se utiliza para la generación de energía hidroeléctrica y el riego.

El Verdon es un lugar privilegiado para todo tipo de actividades de ocio, pero son los deportes acuáticos los más populares: piragüismo, kayak, rafting e incluso hidrospeed; tanto si le gustan las emociones fuertes como si prefiere relajarse en un entorno natural único, la elección es suya, ¡entre lagos y cañones! La escalada es otro deporte muy practicado en las Gargantas del Verdon. Con 2.500 vías, es uno de los lugares preferidos por los escaladores de todo el mundo La escalada se practica en las Gargantas del Verdon desde finales de los años 60, pero hoy en día las vías se han adaptado y algunas se han cerrado para preservar la fauna, sobre todo los buitres leonados y negros -reintroducidos hace unos años- que anidan en los acantilados. Otra actividad popular en las Gargantas del Verdon es el senderismo. Hay que decir que, con su excepcional entorno natural, el lugar se presta perfectamente al senderismo Tendrá que elegir entre senderos en lo alto de las montañas, que ofrecen unas vistas panorámicas excepcionales, o caminos a orillas de los lagos, relajantes y tranquilizadores. El sendero Imbut es uno de los más famosos. Hay que estar en buena forma física y bien preparado, ya que tiene algo menos de 10 km y se tarda unas 5 horas en recorrerlo. La ruta comienza en el Auberge des cavaliers d'Aiguines y desciende hasta la playa de Baou Béni. Se encontrará en el corazón de las gargantas del Verdon, rodeado de un paisaje excepcional. Atención, las rocas pueden ser resbaladizas (este paseo no está recomendado para menores de 12 años) y el recorrido puede resultar desalentador para los propensos al vértigo. Para pasear, opte por el sendero que lleva a la capilla de Notre-Dame du Roc. Comienza en el aparcamiento de la piscina de Castellane y conduce, como su nombre indica, a la capilla de Notre-Dame-du-Roc. Este edificio, cuya arquitectura actual data de 1876, fue construido originalmente en 1703 sobre las ruinas de una capilla del siglo IX

capilla ^del siglo IX. La capilla de Notre-Dame-du-Roc se encuentra a 903 metros de altitud y se accede a ella en cuarenta minutos por un sendero que ofrece hermosas vistas de Castellane. No olvide el agua y la crema solar Por último, a los amantes del deporte les encantará la excursión "Plein voir par le col de l'âne". Desde el mirador Plein voir, podrá disfrutar de una vista única del encuentro de las gargantas y del lago de Sainte-Croix. La salida es desde el aparcamiento de Félines, en Moustiers-Sainte-Marie. Si quiere caminar con seguridad, es esencial que permanezca en los senderos señalizados. Así evitará molestar a la fauna y la flora.

El conjunto del Parque Natural Regional del Verdon alberga un tercio de la flora de Francia, y la fauna es también muy diversa, con sisones, buitres, lagartos ocelados -los más grandes de Europa- y una veintena de especies de murciélagos, por citar sólo algunas. La zona posee una notable riqueza natural, reflejo de sus influencias alpinas y mediterráneas.

Las gargantas del Verdon también pueden recorrerse a través de los distintos pueblos. No se pierda Moustiers-Sainte-Marie, catalogado como uno de los "pueblos más bonitos de Francia", y Aiguines, que domina el lago Sainte-Croix y ofrece espléndidas vistas. También puede detenerse en Rougon, lugar obligado para la observación de buitres, y en Entrevaux, por su patrimonio. Este pueblo, fortificado por Vauban a finales ^del siglo XVII, posee una catedral de la misma época y una ciudadela a la que se accede por un camino en la ladera. Quinson, a la entrada de las gargantas bajas del Verdon, posee un lago y un interesante museo de prehistoria, uno de los más ricos de Europa. El museo recorre la historia humana de Provenza desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad de los Metales, y también descubrirá asentamientos reconstruidos a partir de datos arqueológicos. Por último, las aldeas de Saint-Julien-du-Verdon, Rougon y La Palud-sur-Verdon, situadas en lo alto de las colinas, también son lugares agradables para detenerse y ofrecen hermosas vistas de las gargantas.