Restaurante saboyano que prepara raclettes, pierrades y fondues abundantes y convivenciales en Poitiers
En la ladera sureste de nuestro promontorio, a 5 minutos a pie del centro, hay un restaurante saboyano que nos gusta visitar en las noches frescas. En esta institución de Poitou, que desde hace 30 años hace las delicias de los adictos al queso fundido, nos trasladamos a los pastos de montaña y a las laderas nevadas en un ambiente de chalet. Esquíes, trineos, jarras de leche, carteles de citas de culto, mantendrán su curiosidad ocupada mientras le preparan copiosas y amenas raclettes (con el dispositivo tradicional), pierrades y fondues. Una avalancha de quesos para los gourmets que concluirá, por qué no, con una tarta de arándanos. Al salir, no olvides saludar a la mascota de la casa: ¡Myrtille!
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