LE LUCULLUS
Gastronómico
•
€€
2024
Recomendado
•
2024
Restaurante gastronómico con aire de bistró que ofrece menús con productos locales.
En el restaurante, el comedor es apacible y luminoso; en el bistró, nos acurrucarán sillones de terciopelo morado. El chef Alban Galpin mimará nuestras papilas gustativas. El menú de la región es muy sabroso y hace honor a los productos locales y los sublima en un justo equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo. Las texturas y los colores hacen del plato un objeto de arte que vale la pena contemplar antes de degustarlo. El menú vegetariano no se queda atrás, de hecho, casi haría palidecer a los demás. Una excelente opción en la región.
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Opiniones de los miembros sobre LE LUCULLUS
4/5
29 opinión
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Valor para el dinero
Calidad de la cocina
Originalidad
Marco/Ambición
Servicio
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Très bon dîner à la brasserie (excellent rapport qualité /prix) : 1 menu et 1 service à la carte.
Petit déjeuner bon et varié
La chambre bien dimensionnée était nettement en retrait (néanmoins excellente literie récente)... Mais les travaux de rénovation sont en cours (un étage achevé). Après, ce sera top !
No exagero nada, en la plaza al lado de la oficina de turismo hay un bar q lo regenta una mujer muy antipática q se negó a ponernos nada de comer, solo encontró pistachos... ni queso nos pudo poner porque era las 2.15, mientras servía a los de las mesas de al lado y luego se pusieron ellos también a comer. Sé que en Francia hay otro horario pero eso aquí, sí ves gente en apuro no lo haces, se llama HOSPITALIDAD.
Ya por la tarde perdimos el tren de vuelta y estábamos tiradas, hambrientas.., intentamos comer en la crepería al lado del río y el dueño se inventó q la mesa estaba ocupada para echarnos una vez sentadas (es como lo cuento). Otro bar en la calle del museo del macarrón a las 20.45 nos dijo q tampoco podíamos comer ya, y oímos "españoles". Y por último el del hotel tampoco quiso darnos de cenar y al pedir agua nos la negó también porque no estábamos alojadas en el hotel.
Finalmente terminamos de noche sentadas en un escalón asustadas, hambrientas, sedientas.. mientras venían por nosotros nuestros amigos desde Futuroscope.
Una pesadilla, nunca me había pasado nada igual. y eso que recorres 3000km para ver su pueblo, vas a dejar tu dinero...
Que se metan su pueblo por...!!!
Accueil sympathique. Le plus : la climatisation