Un lugar acogedor y animado que ofrece platos generosos y música y canciones vascas.
Este antiguo hipódromo (en el siglo XIX), que se convirtió en 1920 en un almacén de vinos (Xaia en vasco), situado a unas decenas de metros de la frontera española, es un lugar mítico e ineludible de la zona. Bar, cervecería, sidrería, posada y... ¡cantina! Aquí, las tradiciones son tan duras como el grosor de los muros y se conservan cuidadosamente gracias a Beñat, el verdadero guardián de la cultura vasca. Además, el lugar es conocido por todos, locales, españoles y... Bretón porque compartimos los mismos valores de intercambio y convivencia. Tanto es así que en otras épocas, los contrabandistas y los aduaneros jugaban a las cartas juntos. También comemos en estas grandes mesas solidarias donde, a menudo, cada comida termina con canciones y música vasca porque nuestro anfitrión es también un reconocido acordeonista. Tapas, tortilla de bacalao, chile, chorizo, axoa, memorable costilla de primera cocinada sobre un fuego de leña en una chimenea magistral. Los platos son tan generosos como el jefe que te servirá las jarras de sidra, dibujadas en el lugar
Nous avons eu un problème de voiture en arrivant, le patron a contacté un ami à lui pour essayer de nous dépanner ! C'est rare de nos jours de tomber sur des gens comme eux, et on les en remercie grandement !
Si nous revenons dans les coins, sans hésiter on reviendra ici !