CASTILLO Y COÑAC BARON OTARD
Cómo llegar y contactar
Un castillo que ha atravesado más de siete siglos, albergando la Casa de Otard y las cicatrices y riquezas de cada época.
El castillo donde nació Francisco I, en el centro de Cognac, alberga ahora la famosa casa Otard, fundada a finales del siglo XVIII por el barón del mismo nombre. Este lugar impregnado de historia es mágico y su visita es un gran momento. El castillo ha sobrevivido más de siete siglos y conserva las cicatrices pero también la riqueza de cada época. Es un mosaico dispar de habitaciones, sombras y luces. La bodega, cerrada por paredes de más de dos metros de espesor, mantiene una temperatura constante en cualquier estación y está bañada por una humedad permanente que asegura un envejecimiento ideal del aguardiente. Una habitación empotrada, el Paraíso, esconde el más preciado aguardiente detrás de una pesada reja. Una hermosa exposición también retrata la historia de la marca. La visita termina en la boutique donde se exponen todos los productos de Otard. Para que conste, el barón Jean-Baptiste Otard regresó a sus tierras después de ser encarcelado y sentenciado a muerte en 1793. Liberado por el pueblo, se instala en el castillo real de Cognac en 1795 y crea su propio coñac. Se convirtió en alcalde del pueblo, y fue promovido a Caballero de la Legión de Honor. Su corazón está en la iglesia de Saint-Léger. El castillo revela un tesoro para la conservación del coñac. Otard vendía alrededor de 1,5 millones de botellas al año, el 90% de las cuales se exportaban: Bélgica, Gran Bretaña, Lejano Oriente, Malasia... Los coñacs del Barón Otard son conocidos desde hace tiempo por su carácter dulce, equilibrado por los aromas florales. La Casa de Otard le ofrece el placer de apreciar, por ejemplo, su V.S., ideal como base para cócteles o como aperitivo. Su color dorado esconde aromas intensos y frutales. Su VSOP, elegante y muy fino, esconde aromas florales, de hojas de tilo o de tabaco. Más bien redonda, ofrece un carácter noble. El coñac Baron Otard Extra 1795, largamente reposado en barriles, ofrece un bouquet de diferentes sabores de frutos secos con toques de naranja. Es rico con la suavidad de la región de la Gran Champaña, de ahí su excepcional y muy rica calidad. Visita virtual en el sitio web.
Accueil agréable et de jolies choses à voir....