Acogedor restaurante con terraza que ofrece un menú de bistró que sigue las estaciones y productos locales frescos.
Con su luminosa sala, este restaurante irradia convivialidad y relajación. Está decorada con originalidad con sus zócalos de listones de madera de color gris topo, paredes blancas, un original reloj hecho de cubiertos, algunas cortinas bellamente drapeadas. La carta del bistro sigue las estaciones ya que aquí se da prioridad a los productos frescos y a menudo locales, como lo ilustra perfectamente el plato local, disponible en dos versiones alrededor del magret: una simplemente con melocotones Monein y la otra con foie gras frito con melocotones Jurançon y Roussanne. Por lo tanto, los menús cambian durante todo el año, aunque siempre se ofrece costilla y entrecot. A la hora de la comida se puede elegir entre pescado o carne y en invierno se pueden descubrir las comidas de "cochonnaille", en verano el gazpacho andaluz es una delicia. En cuanto a los postres, se aplica la misma filosofía fresca: la fruta se invita en las tartas y nos gusta el turrón o el shortbread de chocolate. Una dirección imprescindible, en la terraza o en el calor de este acogedor establecimiento!