LE PIGEONNIER
Cuidado, un toque de corazón… Desde 2012, se ha instalado en una antigua torre de defensa del siglo XIII donde los asesinos siguen siendo visibles. Poco después de la Revolución, este espacio se convirtió en palomar. Incluso hoy, las pequeñas entradas para las aves son visibles. Los propietarios, Agnes y Didier Colin han respetado este lugar cargado de historia en los trabajos de acondicionamiento. Los adjuntos a la cal dejan visibles las marcas del pasado. Las asaduras de la piedra, el descruzado de los ladrillos hacen vivir este magnífico espacio de dos plantas. En la habitación, la tela de yute auténtico del techo deja entrever la estructura. Una de las vigas incluso está permitida voluntariamente, como recuerdo de un incendio ocurrido en tiempos antiguos. Para los amantes, un baño de burbujas te espera en la planta baja bajo una bóveda de encanto histórico… Un lugar espléndido para descubrir.