Temporada baja: abierto de miércoles a lunes. Temporada alta: todos los días. Abierto todo el día en temporada. Menú del día: 19,90 € (plato principal + entrante o postre) o 24,90 €. Terraza.
Esta brasserie elegantemente decorada combina lo antiguo y lo moderno. Ilustrada por un techo verde, tiene el ambiente cálido de una brasserie parisina.
En pocos meses, se ha convertido en una dirección ineludible. Es una historia de éxito impulsada por Paul Joubert, un joven restaurador y epicúreo apasionado, cuyo deseo es ofrecerle momentos gastronómicos y felices con su primera creación.
La brasserie LE BIEN HEUREUX es 100% casera Desde los planos hasta las obras, desde la decoración interior hasta la cocina, pasando por el plato, nada se le ha escapado.
Para que su empresa sea un éxito, Paul trabaja en estrecha colaboración con los productores locales, con los que elabora una carta que varía en función de los productos de temporada.
Como muy bien dice Paul: "Aquí nos encantan los buenos productos, los productores locales y los sabores que cambian con las estaciones.
Para empezar, nos encantan las ostras de Fromentine que nos traen cada mañana, o el hueso de tuétano directamente del carnicero local, o el famoso pejerrey frito.
En cuanto a la carne, le encantará el codillo asado a la cerveza en tres cocciones o el filete de ternera a la piedra y la auténtica andouillette local.
En cuanto al marisco, ofrecemos pescado de lonja, que varía según la llegada de la subasta de pescado. También nos encantan las sardinas a la parrilla de Saint-Gilles-Croix-de-Vie. Tenga en cuenta que nuestras patatas fritas son caseras, como todo lo demás aquí, utilizando patatas del norte de Francia, ¡que son sin duda las mejores para el trabajo! Y de postre, ¿quién puede resistirse a nuestro famoso brioche perdue con su praliné chantilly?
Una brasserie sencilla y de calidad Ya sea para un cóctel en la terraza, un almuerzo con amigos o una cena romántica, "Le Bien Heureux" es su nueva dirección para venir a descubrir.
Une véritable pépite ! Nous avons eu la chance de découvrir ce restaurant à 5, et quelle belle surprise ! Tout était absolument délicieux, des plats savoureux, généreux et faits avec passion. On s’est régalés du début à la fin !
Mais ce qui rend cet endroit encore plus spécial, c’est l’accueil chaleureux de la patronne et de toute l’équipe. Un vrai rayon de soleil, toujours souriante, bienveillante et pleine de bonne humeur. On sent qu’ici, on aime faire plaisir aux clients, et ça fait toute la différence !
Un grand merci pour ce moment délicieux et convivial. Nous repartons le cœur léger et le ventre plein. Nous reviendrons sans hésiter ! ❤️
Service impeccable
Cuisine irréprochable
Tartare fait devant nous, viande cuite sur pierre par nos soins
Ne paye pas de mine mais vaut le détour