ABADÍA REAL DE EPAU

Se trata de un lugar turístico ineludible en las afueras de Le Mans.

Tras la muerte del rey Ricardo Corazón de León, su viuda, la reina Berengaria de Navarra, se instaló en Le Mans en 1204 y se convirtió en "Señora de Le Mans". Al final de su vida, Berengaria decidió fundar una abadía para descansar tras su muerte. Adquirir los terrenos para la fundación fue difícil. La situación se resolvió cuando el rey de Francia, San Luis (o Luis IX), le cedió los terrenos de Épau (o Espal). La construcción comenzó hacia 1230, pero la reina Berengaria murió en diciembre de 1230 y nunca tuvo la oportunidad de ver la abadía en vida.

Fiel a la tradición cisterciense, el edificio religioso es sobrio y despejado, dejando espacio para la meditación y la contemplación

La joya de la corona de la abadía es la estatua yacente (escultura funeraria ^{del siglo XIII} ) de su fundador, expuesta actualmente en el coro de la iglesia abacial.

Durante la Revolución Francesa, el lugar fue vendido como propiedad nacional. Salvado de una ruina segura por el Departamento de la Sarthe, que lo adquirió en 1959, el lugar ha sido objeto desde entonces de numerosas campañas de restauración, algunas de las cuales continúan en la actualidad. La abadía fue declarada Monumento Histórico en 1973.

Convertida en uno de los principales espacios culturales de la región de la Sarthe, la abadía acoge numerosas manifestaciones culturales (exposiciones temporales, encuentros artísticos, conciertos, espectáculos, festivales, etc.).