COLLEGIALE SAINT-PIERRE-LA-COUR
Una mirada fascinante a la agitada historia de la Colegiata de Le Mans, guardiana de las reliquias de Santa Escolástica.
La Colegiata fue originalmente una pequeña capilla perteneciente a los Condes de Maine, construida en el siglo X para albergar las reliquias de Santa Escolástica, patrona de Le Mans y protectora de cultivos y viviendas. Durante el siglo XI, el conde Hélie de la Flèche (fallecido en 1110) amplió la iglesia, pero en 1134 un gran incendio destruyó el tejado. No fue hasta 40 años más tarde cuando Enrique II Plantagenet amplió la iglesia y construyó un campanario. Hacia mediados del siglo XIII, los clérigos obtuvieron permiso para ampliar la iglesia y construyeron un nuevo coro. Carlos II de Anjou colocó la primera piedra en 1267, pero la lentitud de la construcción se vio aún más perjudicada por la Guerra de los Cien Años, que obligó a fortificar el edificio. A la sombra de la catedral de San Julián, la Colegiata fue escenario de innumerables y costosas ceremonias organizadas por los canónigos en un intento de rivalizar con esta última. En 1835, la Colegiata se convirtió en escuela, después de haber sido cerrada durante la Revolución tras sufrir daños considerables. De 1903 a 1939, la Colegiata se convirtió en museo arqueológico. En el siglo XIX perdió el campanario y varios tramos románicos de la nave. Lo que queda hoy es la iglesia baja de la antigua colegiata de Notre-Dame-sous-Terre. Está abierta al público y constituye un marco ideal para diversas manifestaciones organizadas por el Departamento de Desarrollo y Acción Cultural, como conciertos y actos culturales.