Desde octubre de 2012, esta nueva marca de cosméticos inglesa ha sido un éxito en Le Mans. ¿Su particularidad? Productos artesanales elaborados a partir de fruta fresca con nombres divertidos. Desde el primer paso en esta pequeña tienda, donde serás muy bien recibido por Linda Bignon, la gerente, un aroma afrutado te embriagará. Déjese tentar por las bolas de baño o por los nuevos guijarros de champú Godiva. Incluso a 8 euros por cada 55 g, la inversión vale la pena, porque un rodillo para champú equivale a 80 lavados y esto, sin embalaje: un buen punto para el planeta. La exuberancia no se detiene ahí en términos de activismo: ningún producto se prueba en animales y el envoltorio de regalo es un "furoshiki" (pañuelo) creado a partir de botellas de agua recicladas. Suficiente para seducir a las coquetas preocupadas por el destino del planeta.
Continuer comme sa vous êtes super je vais revenir bientôt