EL ANTIGUO CASTILLO
Construido en el siglo XI, sus mensuraciones dan vértigo: un calabozo culminaba a más de 30 metros de altura protegido por murallas de 20 metros, gruesas de más de 3 metros. Lamentablemente, no ha sido suficiente para proteger la ciudad. Los francos y los normandos lo invaden. Será quemada, aunque afeitada, a principios del siglo XII. En segundo lugar, los ingleses y los condes de Alençon se apoderan de ellos antes de que Enrique de Navarra vinculara la ciudad con su corona. Por último, Luis XIV, un poco al estrecho en Versalles, cambia en René II de Froullay, el ducado de Beaumont por tierras alrededor de su parque, demasiado pequeño. Del castillo sólo quedan restos de la pared de recinto que resisten el tiempo. La casa de estilo renacentista se construyó en la ubicación del apetito que servía de prisión y de alojamiento en el casillero del siglo XVII. Este castillo es propiedad privada.