BILL PIZZA
Instalado hace 3 años en la antigua peluquería de Mauricio y Patrick Sablé (que fue el más prestigioso de la ciudad bajo la era Pinçon, 1973-1994), Bill propone una tentativa vertiginosa de pizzas con nombres que a veces hacen sonreír (la Gran Pesca, Rock'Fort, San'Tomate…), clasificados en cinco grandes familias: Son imprescindibles, Especialidades, Carnívoros, Quesos y Poiscaille. Cada una de ellas puede encargarse en su versión 26 o 33 (tranquilícese: se trata de centímetros y no de euros.) Copiosas y preparadas in situ con productos frescos, permiten calmar su hambre mientras se regalan. Además, el chef tiene una carta de aperitivos. Por sobrio que sea, el decorado no es menos agradable y los solitarios saben encontrar siempre al menos un principiante que, a falta de escucharlos, les hablará durante toda la comida: ¡Señora Televisión, por supuesto!