LA MAISON DU CREMET D'ANJOU
Cómo llegar y contactar
Hay una delicia que todavía se conoce muy poco: el crémet d'Anjou. Esta sencilla preparación que combina nata montada y clara de huevo nació de una fábrica de nata a finales del siglo XIX y se extendió rápidamente por una parte de Anjou. Vagamente mantenido por unos pocos, el tema es ahora tomado muy en serio por Sophie Reynouard. Este postre de 300 años casi desaparece, pero sin contar con la pasión que Sophie puso en la recuperación del territorio, la promoción de la riqueza de la cocina angevina y la persuasión de los angevinos para recuperar este patrimonio culinario. Así pues, registró la marca Crémet d'Anjou, hizo hacer moldes de desagüe y abrió una tienda y clases de cocina en su propiedad de Le Puy, con habitaciones y una mesa de huéspedes para apoyarla. Tradicionalmente, el crémet se sirve con una crema líquida y azúcar, pero el coulis de frutos rojos es el mejor acompañamiento para el postre. Esta preparación ligera y nublada está disponible en una versión salada y no se permiten límites de imaginación en las bodas. De postre, va bien con todos los coulis, frutos rojos, piña, frutas exóticas, cítricos, siempre que prevalezca la acidez.