Restaurante con carácter y calidad, dotado de una antigua chimenea donde se asa la carne de buey o de toro
Gérald Crosa les da la bienvenida con humor y calidez a este restaurante de carácter, luminoso y típico. La ambientación de la primera sala, espaciosa y moderna, aporta una bella personalidad al conjunto, en torno a una antigua chimenea: es aquí donde la carne, especialmente la de vacuno o toro, emblemática de la casa, se asan delante de usted. El jefe te los presenta crudos y, después de esta cocción, se colocan sobre un tronco rodante y se cortan delante de ti. Un servicio que nos encanta, especialmente cuando la calidad está ahí. La carta tradicional se inspira en la dinámica bistronómica con productos regionales y frescos. Según la estación del año, se puede degustar el toro al fuego de leña, el ratón de cordero, la plancha o la cassolette chipirones, el minuto de atún con sésamo dorado y risotto, los langostinos con curry verde, el tártaro de ternera charolais cortado a cuchillo. En los postres, el café y sus 4 delicias, el milhojas de chocolate casero y su bola de helado o la taza de tarta de queso y su compota de frutos rojos y desmigajados. Auberge 22 sigue siendo una hermosa dirección que ahora es imprescindible.